Gran Sabana no postal

Mi madre siempre dice que vivo "en el fin del mundo". Yo vivo en la Gran Sabana, en el sureste extremo de Venezuela, en un sitio tan distante
y tan distinto que hasta se me ocurrió quedarme a vivir. Los invito a conocer esa Sabana que experimento en mi cotianidad: la Gran Sabana no postal.

martes, 15 de marzo de 2011

El carnaval se celebró de este lado



Este año (2011) no hubo Micaraima. Aparentemente, la Prefectura de Pacaraima, el municipio brasilero de cara a Venezuela, no logró el patrocinio de la cervecería Brahma y, sin más, suspendió su carnaval fuera de época.

Nada de forro, nada de minhinas danzarinas, nada de sintetizadores, ni caipirinhas, nada de samba, shortzinhos, ni tocados emplumados. El espacio en donde se celebra el Micaraima, justo a un costado de la línea de hitos, permaneció desierto y eso que en las escuelas había un cartelito que decía: “Carnaval do Brasil o maior festa do mundo”.

En cambio, a 15 kilómetros, veinte minutos, la Alcaldía del Municipio Gran Sabana -el municipio más al sureste de Venezuela- celebró por todo lo alto.

El fin de semana del seis de marzo,  la Alcaldía apoyó a las escuelas en sus desfiles y patrocinó el cierre con música en vivo. Ya fuera de época, el 12 y 13 pasados, la municipalidad botó la casa por la ventana con la Mercorumba y su cartel de dos días de fiesta callejera.

Para los vecinos había forro, suerte de regatón brasilero pleno en ritmos sintetizados y junto a los locales, los de El Callao y Tumeremo, los brasileros alcanzaron el clímax con Maelo Ruiz y su salsa erótica bajo la lluvia.

De poco o nada sirvieron los llamados de Ramón López, el locutor más popular en cientos de kilómetros a la redonda, quien critico el gasto en detrimento de inversiones de urgencia como el hospital, las escuelas, las calles, las aceras.

De poco o nada sirvieron las súplicas de la hermana Anahis, la voz de la Hora de Dios, el programa matutino de la emisora evangélica Faro de Luz quien durante días imploró: “No vayas a esas fiestas paganas, ven a celebrar con nosotros en el concierto de Joel Herrera”, intérprete de salsa cristiana.

En poco o nada influyó la lluvia y entonces ¡Oh paradoja!, los de Pacaraima y Boa Vista celebraron su carnaval a este lado de la frontera.

martes, 8 de marzo de 2011

OVNIS sobre la Sabana

Una nube de colores sobre Puy podría esconder una nave (Fotografía de Tewarhi Scott).

Cae la noche y una bóveda oscura cubre la Sabana. La luz que desprenden las seismil  casas y algunos comercios desde Santa Elena, la capital municipal, apenas perturba la oscuridad del cielo tapizado de estrellas, planetas, constelaciones y, eventualmente, cruzado por un satélite o algún avión. Los demás son pueblos pequeños: El Paují, Ikabarú, Pacaraima, al otro lado de la frontera; sus reflejos son nulos en medio de semejante espectáculo celeste. Acostumbrados, muchos de los de aquí saben diferenciar entre un satélite y un avión y, por supuesto, reconocer un Objeto Volador No Identificado (OVNI).

“Qué si la luz es más intensa; qué si dentro de un rato va a desaparecer; qué si está en formación con aquellas otras dos luces y, de inmediato, se va a fusionar”, así se expresan quienes desde siempre han pasado muchas de sus horas nocturnas mirando al cielo, en lugar de mirar televisión.

En Rápidos de Kamoirán, en Kumarakapay, en Santa Elena o El Paují, en cualquier puesto en donde se venda un mapa de carreteras o de la Ruta Gran Sabana uno menos convencional se halla solapado: el Mapa OVNIS en la Gran Sabana de Roberto Marrero, el ufólogo más reconocido del patio.

Dentro de la bolsita -con cierre mágico- un folleto acompaña al material principal. En el librejo, Marrero exhorta al lector a “abrir su mente antes de ver el mapa”; explica la conexión entre la Gran Sabana y los principales centros arqueológicos del planeta; expone acerca de los triángulos y las ciudades intraterrenas; ventila la misión de los hermanos superiores acá y, finalmente, reseña los avistamientos y fenómenos indicados en el plano. Dice que son relatos recopilados en años de recorridos por la tierra de los tepuyes.

En el mapa sobresalen una serie de íconos: avistamientos diurnos, avistamientos nocturnos, naves madres  nodrizas, bolas de fuego voladoras, bases subterráneas, portales dimensionales, sitios desde donde las personas dicen haber sido paseados en naves o haberse topado con algún ser extraterreno.

Aún la Gran Sabana es uno de los destinos de avistamiento de OVNIS menos publicitados, pero cada vez se instala con más fuerza en la lista que encabezan Rosswell y Nevada, Escocia y San Clemente.

En Youtube ya se consiguen los testimonios de algunos de los testigos sabaneros: Santiago, Esteban, Roberto. Son materiales subidos por “platilleros” que vienen a estos predios a pescar historias, a corroborar.  Se van con algunas de las tantas, muchas otras son dominio exclusivo de los más viejos del lugar.

En Santa Elena, hay quienes aseguran haber conocido a seres de la quinta dimensión. Aquellos que, en cumplimiento de una misión, encarnaron y luego se fueron dejando entre nosotros a sus hijos mestizos. Tal vez por eso, en las noches oscuras muchos miran al cielo. “Porque nos aseguraron que algún día regresarán o ya están por aquí, pero no todo el mundo sabe que son ellos”.







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